Para hablar de rehabilitación de edificios en Madrid, tenemos que conocer primero cuál es el sistema estructural más común en los edificios antiguos que nos podemos encontrar, sobre todo en el centro de Madrid.
Por las zonas de Sol, el Retiro, o Chamberí, la madera es el material más utilizado. Ésta estuvo presente desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX. Tras el incendio de la Plaza Mayor en 1.790, donde se quemaron más de cincuenta casas, los madrileños se empezaron a plantear si la madera era el material estructural más adecuado para la construcción… y empezaron con otros sistemas más actuales como el acero. De esta manera, si queremos comprender la rehabilitación de edificios, conviene empezar por entender el funcionamiento de la madera como elemento estructural:
En estos edificios antiguos de Madrid, los muros están formados con entramados de madera. Son muros estructurales armados a base de varios elementos, llamados pies derechos, zapatas, carreras, jabalcones y codales y un relleno de los cuarteles libres (plementería) con fábrica de ladrillo, yesones, cascotes o adobes.
La madera tradicional es la escuadría maciza y en la actualidad encontramos también compuesta o laminada.
Además de los entramados o estructura vertical de madera, también nos encontramos una estructura horizontal a base de viguetas del mismo material. No hay mucha distancia entre las piezas de madera, y entre las viguetas nos podemos encontrar bovedillas o rellenos de yesones o rasillas cerámicas, y la mayoría de las veces, solo hay un tablero encima que puede constituir el propio solado (no mucha gente se puede ni siquiera imaginar cómo están construidos estos edificios que les encantan).
Estos forjados unidireccionales de viguetas de madera se ven afectados por deformaciones muchas veces apreciables a simple vista, a nivel técnico se les conoce por flexión (también lo conocemos como “flecha”) y el esfuerzo cortante en sus apoyos, con peligro de colapso, al verse atacados éstos por hongos y xilófagos.
En este sentido, la madera es un material de comportamiento excelente ya que “avisa”, es decir, admite grandes deformaciones antes de llegar al punto de rotura y produce ruido, ya que las fibras que la constituyen no se rompen de manera frágil y rápida, sino dúctil y progresivamente.
Flecha es la deformación que sufre el forjado o las vigas, por falta de dimensión o aumento de carga; es decir, el forjado existente no tiene el canto suficiente para soportar la carga de uso normal que está soportando. Este tipo de deformación se observa fácilmente, ya que pierde la directriz el forjado, y se ve la deformación a primera vista.
Deformación por flecha
El segundo gran problema de estos forjados, y de la madera en general, es que son atacados por agentes bióticos, como hongos, o insectos como la carcoma o las polillas. Según la gravedad del ataque, se puede solucionar con una limpieza y un tratamiento preventivo y curativo o si el ataque es más grave, es posible que sea necesario la sustitución de parte de los elementos (cuando las cabezas de vigas y viguetas o los soportes se encuentren muy degradados).
Todos estos problemas son estudiados y analizados para dar la mejor solución posible. El mantenimiento o la rehabilitación de edificios es un proceso complejo que requiere la actuación de profesionales. Desde Alto Nivel Reformas estaremos encantados de ayudarte si contactas con nosotros para que estudiemos tu caso.
Inma Muñoz
Arquitecto | Gestión de Proyectos