ANR es una empresa de reformas en Madrid que realiza un trabajo completo en aquellas reformas de las que se encarga. Así, trabajamos desde la parte decorativa e interiorista, hasta la ejecución de los detalles que más problemas pueden ocasionar a la vivienda si no se realizan correctamente. Durante una obra, y especialmente las que tratan espacios con conductos acuíferos, como reformas de baño o reformas de cocinas, se debe tener una especial delicadeza con el drenaje en techos y suelos, o de lo contrario nos las tendremos que ver con la humedad en paredes y techos, tanto en nuestra vivienda como en la de nuestros vecinos.

En caso de realizarse de manera incorrecta, estaremos obligados a reparaciones periódicas, y en el peor de los casos, nos veremos abocados a una nueva reforma para solucionar la humedad en paredes. Para evitarlo, dejamos algunos consejos de aplicación:

A la hora de realizar un drenaje con lámina drenante, se debe colocar el geotextil pegado a la tela asfáltica o a la grava de drenaje. Si se pone pegado a la tela asfáltica, éste hace de separador entre la tela y la lámina de plástico, evitando que entren en contacto y que a la hora de dilatar se comporten de forma diferente y no solidaria. De esta manera la tela no va a fisurar por motivos de retracción, lo que podría provocar humedades.

Parece una opción más que razonable, pero si ponemos el geotextil pegado a la tierra, conseguiremos que los tetones que tiene la lámina drenante no se saturen de tierra y el agua discurra sin obstáculos hasta el drenaje.

En ambas situaciones se debe poner una lámina impermeable de polietileno delante del material impermeabilizante: pintura, pvc o lámina asfáltica, que es lo más habitual.

Pero entonces…

¿Qué solución escojo durante una reforma para evitar humedad en las paredes?

En este caso la solución más adecuada es separar la tierra de la lámina drenante con el geotextil. Prevalece la rápida evacuación del agua y que ésta llegue al drenaje lo antes posible, evitando la presión de agua sobre el muro. De esta manera la dilatación y la contracción de la tela asfáltica es mínima, ya que está bajo tierra y no tiene apenas movimiento.

La mayor parte de las humedades presentes en las viviendas son producidas porque el agua no se evacua con la velocidad suficiente. Un ejemplo muy claro: la inclinación necesaria en los tejados para la rápida expulsión del agua en las zonas donde más llueve. En estos sitios podemos comprobar que, aunque el tejado esté en mal estado y podamos ver la luz del día entrando por algún agujero entre las tejas, la velocidad a la que el agua se va, es suficiente para evitar que entre en el interior. Por el contrario, si hubiera un obstáculo que dejase el agua estancada encima, terminaría entrando a chorros, como a veces ocurre en las cubiertas que tienen poco mantenimiento y se llenan de suciedad y «obstáculos». Ello provoca que el agua se frene en ciertos puntos y termine entrando.

Y es que a veces se olvidan estos dos principios básicos de la Arquitectura que son: No te metas el agua dentro y sácala lo antes posible.

Aunque si tienes dudas de que solución adoptar en cada caso puedes ponerte en contacto con nosotros y uno de nuestros técnicos te ayudará a adoptar la mejor solución  para tu caso. Alto Nivel Reformas a la vanguardia de las reformas en Madrid.