Cualquiera que haya pasado por una reforma en su hogar puede, sin duda, afirmar que se trata de un proceso capaz de hacernos perder la cordura. Dependiendo de la envergadura de la reforma, el polvo y los escombros pueden terminar inundando prácticamente toda la vivienda.

En este punto, lo peor que podemos hacer es ignorarlo todo hasta que la reforma termine y nos dispongamos a hacer la limpieza final. Primero, porque si la reforma dura varios días (e incluso semanas), nos veremos obligados a vivir en un entorno cargadísimo de polvo y suciedad. Pero también porque esa limpieza final será una ardua tarea que puede prolongarse durante días. 

Por eso, y con el objetivo de que tu reforma requiera de menos esfuerzo por tu parte, a continuación vamos a ofrecerte algunas opciones para proteger tus muebles durante una obra. Hay más de una opción a la hora de decidir cómo hacerlo, cuál elegir depende de tu conveniencia. ¡Vamos allá!

 

Cubrirlos con telas o mantas

Cubrir tus muebles con telas es en muchos casos la opción más lógica, especialmente si tu presupuesto es ajustado. No tienes más que juntar ese montón de telas o mantas que hasta ahora resultaban tan inútiles y cubrir con ellas los muebles que necesitas proteger.

Este método de protección de muebles durante una obra ha demostrado ser bastante efectivo, pero sólo hasta cierto punto. Por ejemplo, no importa con qué cuidado coloques las telas, existe el riesgo de que se caigan o resbalen de los muebles. Y puede que cuando notes el problema ya sea tarde para volver a colocar la tela de nuevo en su sitio. Así que si te decides por esta opción, ¡no olvides sujetar las telas con cinta americana!

 

Cubrirlos con plástico

La segunda opción para proteger tus muebles durante la obra es similar a la primera, pero en esta ocasión, con plástico. La diferencia con respecto a la primera es que se trata de una opción mucho más limpia que la anterior, por dos razones:

  • No necesitarás lavar los plásticos después de usarlos (algo que sí deberás hacer con tus telas o mantas para poder volver a taparte con ellas más adelante)
  • Los derrames de líquidos como la pintura no importarán si cubres tus muebles con plástico

Entendemos que se trata de una inversión extra a la reforma en sí, pero te garantizamos que dependiendo de tu caso, puede merecer mucho la pena. 

 

Moverlos a otra habitación

Si la reforma sólo tendrá lugar en parte de la casa y dispones de suficiente espacio en alguna de las habitaciones que no vayas a necesitar usar durante las obras, mover el mobiliario a esa habitación puede ser una gran idea (y además, es gratis). La desventaja de esta opción es que, obviamente, requerirá que traslades muebles relativamente grandes y pesados de una habitación a otra (sólo para volver a colocarlos en el mismo sitio después de que la reforma haya terminado).

Y esto, además, conlleva el riesgo de que manches o dañes las paredes recién pintadas o el suelo que acabas de reformar. Así que asegúrate de hacer esto con cuidado.

 

Conclusión

Personalmente, nosotros siempre recomendamos la opción de cubrir los muebles con plástico durante las obras. Puede requerir el desembolso de algo de dinero que no contabas con gastar, pero si lo piensas, estarás invirtiendo en la conservación de tu mobiliario, en el ahorro de tu tiempo y de tus energías y podrás amortizar los plásticos en otra ocasión si después de usarlos les das un remojón con la manguera. Visto así, proteger tus muebles durante una reforma no parece tan difícil, ¿no?