En este artículo vamos a profundizar en los daños que se pueden ocasionar en la madera debido a los agentes bióticos como hongos o insectos que ya nombramos en el anterior artículo “REHABILITACIÓN EN EDIFICACIONES ANTIGUAS (I) – INTRODUCCIÓN ESTRUCTURAS DE MADERA Y SU DEFORMACIÓN”.

Agentes bióticos, son aquellos seres vivos cuyo hábitat es la madera, o que se alimentan de ella, atacándola y debilitándola. Para poder dar la solución más adecuada posible tenemos que centrarnos en dos aspectos muy importantes:

  1. Detectar cuál es el agente biótico culpable del daño, si es un hongo o un insecto, y determinar según las condiciones ambientales y los efectos que producen sobre la madera qué tipo de hongo o insecto es.
  2. Una vez  se conoce el culpable, sabemos cómo actúa en la madera, y por tanto, cómo podemos arreglar el problema.

En este artículo nos centraremos en los hongos.

Los hongos están constituidos por filamentos conocidos como “hifas”. Los hongos necesitan unas condiciones básicas de humedad, temperatura y fuente de alimento determinadas, sin las cuales no pueden desarrollarse.

Por ejemplo, si la humedad de la madera está por debajo del 20%, los hongos no tienen el suficiente agua para desarrollarse, pero si la humedad es excesiva, tampoco pueden absorber el oxígeno que necesitan (por este motivo cimentaciones hechas mediante palos de madera como las de Venecia no sufren problemas de pudrición, porque están constantemente en contado con el agua o en terreno saturado de agua).

Existe una gran cantidad de tipos de hongos, a nosotros nos interesa agruparlos según los efectos que producen en la madera, de este modo, podemos diferenciar entre mohos, hongos cromógenos y hongos xilófagos.

  • Mohos: son hongos incoloros, se localizan adosados a la madera, no disminuyen la resistencia de la madera, no afectan a nivel estructural.
  • Hongos cromógenos: provocan una pigmentación generalmente azulada en la madera, se tiene que tener controlados, si la zona afectada es inferior a la cuarta parte del total, no se producen problemas estructurales.
  • Hongos xilófagos: son característicos por el aspecto algodonoso. Son los más peligrosos, ya que segregan sustancias que ablandan los componentes resistentes de la madera (lignina y celulosa), y se alimentan de ellos, provocando la pudrición de la madera.

Es fácil la identificación de estos hongos, por el olor a pudrición, el reblandecimiento y el agrietamiento de la madera.

Esta clase de hongos se pueden alimentar principalmente de la lignina, dejando como residuo las fibras de celulosa, de color blanco o muy claro,  o pueden alimentarse de la celulosa, en este caso, dejan como residuo la lignina, de color pardo o rojizo.

Si identificas este tipo de alteración en tu estructura de madera, no dudes en contactar con nosotros para resolver el problema.

 

Inmaculada Muñoz Marín