Hoy me gustaría hablaros de las cosas que debemos hacer para mantener nuestra casa en perfecto estado si ha habido una gran nevada como la que ha ocurrido estos días en nuestro país.

 

Lo primero que debemos hacer es prevenir, si estamos en preaviso de los servicios meteorológicos, debemos tomar varias acciones antes de que se produzca la nevada, como por ejemplo, hacer acopio de herramientas y productos para minimizar el impacto de la nieve sobre nuestra vivienda. 

 

Una buena pala con un recambio de mango y unos sacos de sal parecen suficientes para hacer frente a una nevada poco copiosa, no obstante debemos ser muy precavidos en este aspecto, pues es fundamental prevenir para que luego las consecuencias sean las menores posibles.

Hazte con una pala ligera (si puede ser especial para nieve mejor ) y esparce sal en los accesos de la casa tanto de peatones como de vehículos, especialmente si son escaleras o están inclinados.

 

En el caso de la sal es mejor pecar de exceso, pues muchas veces las nevadas vienen precedidas de lluvia que disuelve la sal y hacen que el efecto de esta sea menor al deseado.

No esperes a que termine la nevada para quitar toda la nieve de golpe, si vas haciendo el trabajo según se va desarrollando la nevada, te resultará más fácil de quitar pues al principio la nieve es blanda y se retira con facilidad, una vez que el peso va compactando la nieve se vuelve más dura incluso puede llegar a ser hielo y resistirse mucho a la retirada.

 

Echa sal en los canalones de agua y en los sumideros para que no se forme hielo dentro de ellos y puedan realizar su función. Yo en mi casa, incluso he retirado las protecciones de los sumideros para evitar cualquier barrera a la evacuación de nieve y posterior deshielo.

Si puedes, haz una revisión del sistema de calefacción por un profesional, esto se debería hacer una vez al año y estas fechas donde empieza la temporada de invierno crudo son las mejores para hacerlo y no tener ningún problema durante los meses más fríos.

 

Asegúrate de que no se cubren de nieve las rejillas de ventilación de la casa, por ejemplo si tienes cocina de gas, cuida mucho de que el tubo de salida de humos de la caldera no se congele, nos ha ocurrido con un cliente. Si la caldera no puede evacuar los humos de forma adecuada se va a parar y te quedarás sin agua caliente y calefacción en los días más fríos del año.

 

Usa todos los medios de calefacción posibles, incluso aires acondicionados en modo calor, radiadores eléctricos, chimeneas, etc… para poder lograr que la temperatura de la casa sea confortable, aunque debes tener en cuenta que la potencia eléctrica de tu casa sea suficiente y no tengas un corte de luz.

 

En caso de que “salte” la luz por consumo eléctrico, desenchufa algún electrodoméstico y vuelve a subir el interruptor de control de potencia que normalmente está junto al cuadro eléctrico de la vivienda.

 

Si tienes chimenea, haz acopio de leña en un lugar seco. Es muy importante tener leña seca para poder tener una fuente de calor externa a la electricidad. Hemos visto como las tormentas atacan a las instalaciones eléctricas comunes y a veces consiguen destruirlas y si te quedas sin luz en casa es mejor que tengas leña suficiente hasta que las instalaciones sean reparadas. Si la chimenea es de bioetanol o de alcohol no dudes en acopiar combustible suficiente en un lugar accesible.

 

Pero, ¿qué ocurre si nos ha pillado la nevada por sorpresa? ¿qué debemos hacer entonces?

 

1- Habilitar el acceso a la vivienda.

Con palas y con sal eliminaremos la nieve y el hielo que se haya podido formar en los accesos a la casa.

IDEA: Si la nieve está recién caída, puedes usar un soplador de hojas para retirarla con más facilidad.

Planifica bien dónde echas la nieve, pues en un futuro se convertirá en agua y esta puede convertirse en hielo con las bajas temperaturas y puede ser peor el remedio. Vierte la nieve en zonas inclinadas donde el agua no se evacúe hacia el pasillo de acceso para evitar problemas de congelación.

Esparce sal con regularidad para evitar la formación de este hielo.

 

2- Retira las zonas de nieve que puedan ser peligrosas

Con mucho cuidado y cuando se derritan y caigan al suelo, en bordes de canalones, en tejados, en bordes de terraza, etc… debes asegurar bien la zona antes de hacerlo.

La forma de retirarlo puede ser vertiendo agua caliente con jabón, con una mezcla de alcohol o solamente agua dependiendo de la cantidad de nieve o de hielo formado. De esta forma podrás evitar posibles accidentes por la caída de nieve sobre personas o cosas.

Retirar la nieve antes de que se hiele en nuestros tejados es importante pues el peso de la misma puede hacer ceder las estructuras portantes de la vivienda generando un problema muy grave en nuestra casa.

 

3- Libera los sumideros de la nieve que haya sobre ellos.

Incluso quita las protecciones que tienen para favorecer el deshielo.

No olvides usar un calzado adecuado para estas actuaciones, así como trajes térmicos para evitar la congelación y una posible hipotermia.

 

4- Cuidado al abrir las persianas.

Si la nieve se ha acumulado en los vierteaguas de las ventanas, puede que las persianas hayan quedado atrapadas por congelación. Evita tirar de golpe para no generar posibles roturas de lamas y realiza el siguiente proceso. Abre la ventana y aplica calor con un secador de pelo en los bordes de la persiana, sobre todo en la parte inferior, sin descuidar los laterales de las guías hasta que la persiana se eleve con facilidad y no haga falta forzarla. De esa forma podemos evitar posibles contratiempos con las persianas y el hielo.

 

5- Retira el agua de las tuberías exteriores y protégelas con aislantes térmicos

Como pueden ser por ejemplo mantas, cojines, etc… cualquier cosa que tengas a mano para evitar que se congelen y estallen. 

Haz lo mismo con el contador de agua del exterior si tu vivienda es unifamiliar, abre el cajón donde se encuentre el contador y protégelo con aislamiento térmico.

 

6- No apagues la calefacción.

Es mejor dejar la calefacción encendida con una temperatura menor durante la noche que hacer un apagado total. De esa forma nos aseguramos que la instalación no se congela y que va a poder estar disponible en el momento en que la necesitemos. Si tienes aparatos de aire acondicionado en casa ponlos en modo calor para evitar la congelación de la máquina exterior, siempre asegurándote de que las rejillas están libres de nieve y que no haya ningún impedimento para que la máquina funcione correctamente.

 

7- Libera de nieve los carriles de las ventanas, sobre todo de las correderas.

Las ventanas disponen de unas aperturas en los perfiles exteriores de la parte inferior para evacuar el agua de lluvia y si estos están taponados por la nieve puede que el carril se llene y el agua comience a entrar al interior de la vivienda. Asegúrate de tenerlos libres de nieve y hielo.

 

8- Mantén las tuberías de gas libres de nieve y hielo.

Aunque el gas no se congela, si las tuberías exteriores si lo hacen pueden provocar roturas en las mismas, lo que haría muy peligroso el suministro de gas a tu casa y por lo tanto te quedarías sin calefacción. Estas tuberías son más vulnerables alrededor del contador y en los pasamuros donde dejan de estar envainadas en las tuberías de acero para estar a la intemperie. Cuida mucho de las llaves de paso y protégelas adecuadamente con aislamiento térmico.

 

9- Si tu casa dispone de piscina, debes evitar que el agua se congele.

Ya que al expandirse en la formación de hielo puede provocar roturas en el vaso que contiene el agua y generar pérdidas futuras, así como la rotura de instalaciones o elementos decorativos. Esto se puede evitar con un truco que es echar un tronco a la superficie del agua para que con el movimiento del mismo se generen pequeñas olas para evitar que la superficie del agua se congele. Muévelo de vez en cuando para evitar la congelación. Como medida preventiva tienes que vaciar las tuberías de la piscina de agua así como los skimmer para evitar posibles roturas por el hielo.

 

10- Una vez hecho todo este trabajo solo te queda disfrutar de la nieve.

Hazlo con precaución pero también hay tiempo para hacer un muñeco, una guerra de bolas, un ángel en el suelo, incluso esquiar o jugar con trineos si tu parcela te lo permite. Disfruta de la nevada y del trabajo hecho para que cuando vuelvas a entrar en casa todo esté en perfectas condiciones.